De la idea de que debo ganarme tu amor,
líbrame, Jesús.
Del temor de no ser amado,
líbrame, Jesús.
Del miedo de que mi confianza en ti me lleve a la pobreza,
líbrame, Jesús.
De la duda en tus palabras y promesas,
líbrame, Jesús.
De la resistencia a confiar en ti como un niño,
líbrame, Jesús.
Del rechazo a aceptar tu voluntad,
líbrame, Jesús.
Del miedo al futuro,
líbrame, Jesús.
Del arrepentimiento y de pensar demasiado en el pasado,
líbrame, Jesús.
De la vanidad y el egocentrismo,
líbrame, Jesús.
De la incredulidad en tu amor y presencia,
líbrame, Jesús.
Del miedo a que se me pida más de lo que tengo,
líbrame, Jesús.
De pensar que mi vida no tiene sentido ni valor,
líbrame, Jesús.
Del miedo a lo que el amor me pide,
líbrame, Jesús.
Del desánimo,
líbrame, Jesús.
Creo en que siempre me acompañas, proteges y amas,
creo en ti, Jesús.
Creo en que tu amor es más grande que mis pecados y caídas, y que me transforma,
creo en ti, Jesús.
Creo en que la ignorancia de lo que depara el mañana es una invitación a confiar en ti,
creo en ti, Jesús.
Creo en que estás conmigo en mis sufrimientos,
creo en ti, Jesús.
Creo en que mi sufrimiento, unido al tuyo, dará frutos en esta vida y en la próxima, creo en ti, Jesús.
Creo en que no me dejarás solo y que estás presente en tu Iglesia,
creo en ti, Jesús.
Creo en que tu plan es mejor que cualquier otro,
creo en ti, Jesús.
Creo en que siempre me escuchas y eres misericordioso en tu bondad,
creo en ti, Jesús.
Creo en que me das la gracia de aceptar el perdón y perdonar a los demás,
creo en ti, Jesús.
Creo en que me das toda la fuerza que necesito para lo que está por delante,
creo en ti, Jesús.
Creo en que mi vida es un regalo,
creo en ti, Jesús.
Creo en que me enseñarás a confiar en ti,
creo en ti, Jesús.
Creo en que eres mi Señor y mi Dios,
creo en ti, Jesús.
Creo en que soy amado por ti,
creo en ti, Jesús.
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