Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Santa María,
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Todos los ángeles y arcángeles,
Todos los patriarcas y profetas,
Todos los apóstoles y discípulos del Señor,
Todos los mártires,
Todos los santos y siervos de Dios,
San Juan Bautista,
San Juan, anunciado por el ángel Gabriel,
San Juan, enviado por Dios,
San Juan, precursor de Cristo,
San Juan, bautista de Cristo,
San Juan, siervo de Dios,
San Juan, gran ermitaño,
San Juan, fuego del amor divino,
San Juan, gozo del cielo y la tierra,
San Juan, guía de la vida eterna,
San Juan, ejemplo de santidad,
San Juan, gran tesoro nuestro en el cielo,
San Juan, amante de nuestras almas,
San Juan, consuelo de nuestros corazones,
San Juan, nuestro amor,
San Juan, nuestra esperanza,
San Juan, nuestra fortaleza y poder,
San Juan, ayuda en nuestra debilidad,
San Juan, consuelo en nuestra impotencia,
San Juan, poderoso intercesor ante Dios,
Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos.
Cristo, atiéndenos.
Cristo, atiéndenos.
Oremos. Señor, fortalece en nosotros la fe con la que San Juan Bautista dio un testimonio sincero de Cristo. Por su intercesión, danos la gracia de vivir dignamente el Evangelio de Cristo y colaborar en la difusión de la fe evangélica. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.
Oración a San Juan Bautista
Oh glorioso San Juan Bautista, que desde niño te retiraste al desierto y allí viviste una vida de penitencia, ruega por nosotros para que siempre vivamos separados de este mundo, al menos en nuestro corazón, si no en nuestro cuerpo, para ofrecerte y convertirnos constantemente. Oh glorioso San Juan Bautista, que fuiste el primero en reconocer y proclamar a Jesucristo como el verdadero Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, ruega por nosotros para que siempre busquemos glorificar a nuestro Redentor Jesucristo y seguir fielmente todo lo que Él nos ha enseñado. Oh glorioso San Juan Bautista, que tuviste el honor de ser el primer mártir del Nuevo Testamento, al inclinar con gran alegría tu cabeza bajo la espada mortal, ruega por nosotros para que siempre estemos dispuestos a sacrificar nuestras vidas por la defensa de la verdad y la gloria de Jesucristo, para que al finalizar esta vida frágil y desdichada, aseguremos una vida eterna y bienaventurada en la gloria celestial junto a ti, oh bienaventurado Precursor del Mesías, así como con los ángeles y todos los Santos.
Amén. Padre nuestro…
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