Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, escúchanos.
Cristo, atiéndenos.
Padre celestial, Dios, ten piedad de nosotros.
Hijo, Redentor del mundo, Dios, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, Dios, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Dios único en naturaleza,
Dios en tres Personas,
Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Dios Hijo, amado Redentor,
Dios Espíritu Santo, consolador vivificante,
Inmenso Dios,
Santo y poderoso Dios inmortal,
Dios, a quien los cielos de los cielos no pueden contener,
Dios, en quien, por quien y para quien es todo,
Dios, en quien vivimos y existimos,
Dios, que eres, que eras y que serás por todos los siglos,
Dios, que abres tu mano y bendices a todo ser viviente,
Ten piedad, perdónanos, Santísima Trinidad.
Ten piedad, escúchanos, Santísima Trinidad.
Líbranos de todo mal, Santísima Trinidad,
De todo pecado,
De la soberbia y la hipocresía,
De la falta de moderación y la inclinación pecaminosa hacia los bienes terrenales,
De la incredulidad y la herejía,
De la pereza en tu servicio,
De toda impureza en pensamientos, palabras y acciones,
Por tu inmensa omnipotencia,
Por la riqueza de tu bondad y amor,
Por la inmensidad de tu misericordia y paciencia,
En el día del juicio,
Nosotros, pecadores, te suplicamos, escúchanos.
Para que te adoremos, Santísima Trinidad, como único Dios,
Para que te sirvamos fielmente durante nuestra vida,
Para que nunca deshonremos tu Santo Nombre,
Para que celebremos los días consagrados a ti con una devoción digna,
Para que mostremos respeto y amor a nuestros padres y superiores,
Para que no hagamos daño a ninguna persona, ni en el alma ni en el cuerpo,
Para que no engañemos a nadie ni nos apropiemos de los bienes ajenos,
Para que guardemos nuestro corazón de todo pensamiento y deseo indebido,
Para que no manchemos nuestro cuerpo con ningún acto pecaminoso,
Para que no juzguemos a nuestro prójimo ni le hagamos ningún mal,
Para que te amemos a ti, Dios Trino, sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos,
Para que nunca despreciemos la abundancia de tu bondad, amor y paciencia,
Para que en la aflicción y la cruz confiemos en tu providencia divina,
Para que siempre nos dediquemos a un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, Santísima Trinidad,
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.
Cristo, escúchanos.
Cristo, atiéndenos.
Señor, ten piedad de nosotros.
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que has concedido a nosotros, tus siervos, la gracia de conocer la grandeza de la Santísima Trinidad a la luz de la verdadera fe. Y de rendir culto a esa grandeza en unidad, concédenos una fe firme para que, incluso, en las dificultades más graves, no nos apartemos del camino de la virtud y nada nos separe de tu amor. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
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