La Coronilla de la Divina Misericordia se reza en un rosario común de la siguiente manera:
Padre nuestro, Ave María, Credo.
a) En los granos grandes:
Padre eterno, te ofrezco el cuerpo y la sangre, el alma y la divinidad de tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como expiación por nuestros pecados y los del mundo entero.
b) En los granos pequeños (diez veces):
Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Al final del rosario se añade tres veces:
Dios Santo, Dios Fuerte, Dios inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Oración final:
Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como fuente de misericordia para nosotros, en ti confío.
María, Madre de misericordia, ruega por nosotros.
Jesús, en ti confío. (tres veces)
Ten piedad de nosotros y del mundo entero, Señor.
Súplicas a la misericordia divina
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Padre celestial, Dios, ten piedad de nosotros.
Hijo, Redentor del santo, Dios, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, Dios, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Misericordia divina, misterio incomprensible de la Santísima Trinidad,
Misericordia divina, expresión de su mayor poder,
Misericordia divina, que se revela en la creación de los ángeles celestiales,
Misericordia divina, que nos llamaste a la existencia desde la nada,
Misericordia divina, que abarca todo el mundo,
Misericordia divina, que nos otorgas vida eterna,
Misericordia divina, que nos proteges de los castigos merecidos,
Misericordia divina, que nos libera de la miseria del pecado,
Misericordia divina, que nos justifica en la Palabra que se hizo carne,
Misericordia divina, que se derrama sobre nosotros desde las heridas de Cristo,
Misericordia divina, que brotas del Corazón de la Trinidad,
Misericordia divina, que nos diste a la Virgen María como Madre de misericordia,
Misericordia divina, visible en la institución de la Iglesia que abarca todo el mundo,
Misericordia divina, visible en la institución y distribución de los sacramentos mundanos,
Misericordia divina, ilimitada en el sacramento del bautismo y la penitencia,
Misericordia divina, infinita en el sacramento del altar y el sacerdocio,
Misericordia divina, que nos llamaste a la fe mundana,
Misericordia divina, en la conversión de los pecadores,
Misericordia divina, que santificas a los justos,
Misericordia divina, que perfeccionas a los mundanos,
Misericordia divina, fuente de consuelo y tesoro para los corazones afligidos,
Misericordia divina, esperanza de los desesperados,
Misericordia divina, que siempre y en todas partes acompañas a todas las personas,
Misericordia divina, que nos llenas de gracias,
Misericordia divina, paz para los moribundos,
Misericordia divina, que nos proteges del fuego infernal,
Misericordia divina, que alivia el sufrimiento de las almas en el purgatorio,
Misericordia divina, dulzura y gozo infinito de todos los mundanos,
Misericordia divina, infinita en todos los misterios de la fe,
Misericordia divina, fuente inagotable de milagros.
Oremos:
Oh Dios eterno, cuya misericordia es inescrutable y cuya riqueza de compasión es inagotable, mira con bondad hacia nosotros y multiplica en nosotros tu misericordia para que en momentos difíciles no desesperemos ni nos desanimemos, sino que nos entreguemos con gran confianza a tu santa voluntad, que es amor y misericordia misma. Por nuestro Señor Jesucristo, Rey de la misericordia, que contigo y con el Espíritu Santo muestra misericordia por siempre jamás.
Amén.
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