Levántate en mí, Señor Resucitado,
tú que descendiste a la muerte y sepultaste a todos en ella.
Desciende en mí, en todo lo que está muerto en mí,
en todo lo que espera tu vida y tu luz.
Tú realmente has resucitado de la tumba y guías a los muertos hacia la vida,
a aquellos que están en la oscuridad los guías hacia la luz,
y a los pecadores los guías...