El acto de oración a San Miguel Arcángel es una poderosa oración a San Miguel, para su protección de por vida en la batalla espiritual que como cristianos enfrentamos contra todo mal, especialmente en el momento de nuestra muerte.
Según San Alfonso María de Ligorio, «Los poderes del infierno asaltarán al cristiano moribundo; pero su ángel guardián vendrá a consolarlo. Sus patrocinadores y San Miguel vendrán en su ayuda, ya que Dios lo ha designado para defender a sus fieles siervos en su última batalla contra los demonios».
Recemos el acto de oración a San Miguel Arcángel
Oh, noble Príncipe de las jerarquías angelicales,
valiente guerrero del Dios Todopoderoso
y ferviente amante de su gloria,
terror de los ángeles rebeldes
y amor y deleite de todos los justos,
mi amado arcángel San Miguel,
deseando ser contado entre tus fieles servidores,
hoy me ofrezco y me consagro a ti,
y pongo bajo tu poderosa protección a mí mismo, a mi familia
y todo lo que poseo.
Te suplico que no mires cuán poco tengo yo,
como tu siervo, para ofrecer,
ya que soy solo un pobre pecador,
sino que mires con ojos benévolos el sincero amor
con el que se hace esta ofrenda,
y recuerda que si a partir de hoy
estoy bajo tu patrocinio,
tú debes ayudarme durante toda mi vida
y asegurarme el perdón de mis numerosas y graves ofensas,
y la gracia de amar con todo mi corazón a mi Dios,
a mi querido Salvador Jesús y a mi Dulce Madre María,
y obtén para mí toda la ayuda necesaria para alcanzar mi corona de gloria.
Defiéndeme siempre de mis enemigos espirituales,
especialmente en los últimos momentos de mi vida.
Ven entonces, oh Príncipe Glorioso, y ayúdame en mi última batalla,
y con tus poderosas armas arroja lejos de mí
a ese engañador en los abismos infernales
y al ángel orgulloso que un día derribaste en la batalla celestial.
San Miguel, defiéndenos en la lucha diaria
para que no perezcamos en el juicio final.
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