Jesús, me acerco y me consagro a Tu Sagrado Corazón, del cual fluyen los ríos de Gracia y misericordia.
Que la sangre y el agua que brotaron de tu costado me laven de mis pecados, me protejan y fortalezcan en el Espíritu Santo.
Que todo lo que está enfermo en mí sea sanado ahora por tu Gracia, para que sea libre de todo y pueda poner a Ti, Dios Misericordioso, en primer lugar en mi vida.
Ruego por la Gracia de siempre reconocerte como Dios y Señor ante todos, y dar testimonio de mi fe, con obras y vida, en la difusión de tu Reino.
Jesús, pongo mi corazón y a mí mismo en tu corazón traspasado, para que mi corazón sea sanado y liberado por tu corazón.
Amén
Oración de la sangre y el agua 33 veces
Jesús misericordioso, en el momento de tu muerte en la cruz por nosotros, te adoramos, te glorificamos y te pedimos: Envuelve con tu inmenso amor misericordioso al mundo entero, especialmente a los pecadores y a los moribundos. Amén.
En cada cuenta se repite la oración:
Oh Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús como fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.
Al final: Santa Faustina, ¡ruega por nosotros!
Recita también esta oración apropiada: Oración a la Madre María en cada necesidad
