Señor, vengo a ti
Señor, vengo a ti y te agradezco por acercarte a mí cuando me acerco a ti. El pensamiento de que piensas en mí llena mi alma. Pero Señor, hoy mi espíritu está pesado y mi cuerpo débil. Ya no puedo soportar el peso de esta ansiedad y pánico. Reconozco que no puedo pasar por esto sola. Por favor, ayúdame contra el enemigo...