Es posible que muchos de nosotros seamos ricos y aún no lo comprendamos. La palabra de Dios en el Antiguo Testamento nos enseñó que «un amigo fiel es una poderosa protección; quien lo encuentra, encuentra un tesoro. No hay precio que pague un amigo fiel, ni peso que mida su valor. Un amigo fiel es un bálsamo de vida; los que temen al Señor lo encontrarán» (Eclesiástico 6: 14-16).
Si Jesús, que es Dios, necesitaba amigos para continuar su camino en este mundo, ¡imagínense nosotros! Los seres humanos no podemos vivir como islas. San Juan Bosco dijo que «el Señor nos ha traído al mundo para los demás». ¡Esa es una gran verdad! Incluso podríamos decir que a través de Cristo, la amistad ha adquirido un nuevo significado. Un amigo es aquel que ha descubierto el valor y la dignidad de su hermano, a la luz del Evangelio.
Citas bíblicas sobre la amistad
Quien es amable con nosotros no siempre es nuestro amigo, ni quien nos reprende es nuestro enemigo. Es mejor tener heridas de un amigo que besos engañosos de un enemigo. Es mejor amar con rigor que engañar con dulzura. – San Agustín
Amándolo y cuidando de él, te desvías de tu camino. Ayuda, entonces, a aquel que está en tu camino, mientras caminas por este mundo y llegarás a aquel con quien deseas quedarte para siempre. – San Agustín
Quien definió a un amigo como la mitad de su propia alma dijo algo muy acertado. Sentí verdaderamente que nuestras almas eran una sola alma en dos cuerpos. – San Agustín
La amistad es tan verdadera y tan importante que en el mundo no se puede desear nada mejor, ni más útil. – San Agustín
La amistad es la realización más auténtica de una persona. – Santa Teresa de Ávila
La amistad con Dios y la amistad con los demás son una misma cosa. No se pueden separar. – Santa Teresa de Ávila
La amistad que tiene su origen en Dios nunca se apaga. – Santa Catalina de Siena
Todo amigo verdadero desea a su amigo: 1. que exista y viva; 2. todo lo bueno; 3. hacerle el bien; 4. disfrutar de su presencia; y 5. compartir sus alegrías y tristezas, viviendo con él un solo corazón. – Santo Tomás de Aquino
La amistad alivia el dolor y la tristeza. – Santo Tomás de Aquino
Quien escandaliza con palabras y acciones no es amigo, sino asesino del alma. – San Juan Bosco
Debemos buscar a las personas, porque pueden tener hambre de pan o de amistad. – Santa Madre Teresa
Las palabras amistosas y consoladoras pueden ser cortas y concisas, pero su eco no tiene fin. – Santa Madre Teresa
Ama a todas las personas con un gran amor y misericordia cristiana, pero no entables amistad con personas con las que una vida en común no te llevaría a la virtud, porque cuanto más perfectas sean las virtudes, más perfecta será tu amistad. – San Francisco de Sales
El mundo necesita de aquellos que crecen en la virtud y, además, se unan en una amistad divina, para animarse a actuar y mantenerse en estas prácticas divinas. – San Francisco de Sales
Cuando se sufre, es bueno tener corazones amistosos cuyo eco responda a nuestro dolor. – Santa Teresita del Niño Jesús
Conclusión
Las amistades sinceras, en el verdadero sentido humano y cristiano, se extendieron entre los primeros refugiados cristianos en las catacumbas. La historia de la Iglesia está caracterizada por ejemplos de amistades profundas entre padres de la Iglesia, como Basilio y Gregorio, entre grandes santos, como San Francisco de Asís y Santa Clara, Ambrosio y Santa Mónica, y muchos otros.
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