Oremos: Dios Todopoderoso, danos la alegría de celebrar la fiesta del apóstol Santo Tomás. Que su protección nos sostenga siempre para que, por la fe, tengamos vida en el nombre de Jesucristo, a quien él reconoció como Señor y que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Padre celestial, Dios, ten piedad de nosotros.
Hijo, Redentor del mundo, Dios,
Espíritu Santo, Dios,
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María, ruega por nosotros
Santo Tomás, ruega por nosotros
Apóstol de los indios,
Luz de los ciegos,
Guía de los ignorantes,
Destructor de la idolatría,
Portador del evangelio,
Discípulo fiel del Señor,
Protector de los desafortunados,
Ayuda de los afligidos,
Padre de los pobres,
Auxilio de los necesitados,
Testigo elegido de la resurrección de Jesús,
Que fuiste digno de tocar las heridas del Redentor,
Que te postraste ante Él y confesaste su divinidad,
Que fuiste a los paganos a llevarles la fe en Cristo,
A quienes los sacerdotes paganos buscaron con odio hasta la muerte,
A quienes atravesaron con una lanza mientras orabas bajo la cruz,
Nosotros, pobres pecadores, te pedimos que intercedas por nosotros
Para que nos obtengas la gracia de permanecer fieles a Dios,
Para que, por tu intercesión, nunca vacilemos en nuestra fe en Jesucristo,
Para que, al igual que tú, reconozcamos a Jesús como verdadero Dios y hombre,
Para que, junto contigo, creamos firmemente en Él como nuestro Redentor,
Para que tu intercesión nos fortalezca en la fe en su resurrección,
Para que, por tu intercesión, su ascensión nos consuele en esta vida,
Para que nos obtengas la gracia de prepararnos para su venida como Juez,
Para que nos obtengas los dones del Espíritu Santo,
Para que, por tu intercesión, nos mantengamos firmes e inquebrantables en nuestra Iglesia,
Para que, al igual que tú, caminemos delante de Dios,
Para que nos obtengas el perdón de nuestros pecados,
Para que nos protejas con tu intercesión en el juicio,
Para que, por tu intercesión, alcancemos la vida eterna,
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Padre nuestro…
Ruega por nosotros, Santo Tomás.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Bondadoso Señor Jesucristo, que fortaleciste a tu apóstol Tomás en la fe al tocar tus santas heridas y lo glorificaste con el martirio, te pedimos, por sus méritos: sostennos en la verdadera fe católica, protégenos de la separación y el error, y permítenos vivir según la fe para alcanzar tus promesas. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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