Letanía de la Virgen María

¡Señor, ten piedad!
¡Cristo, ten piedad!
¡Señor, ten piedad!
¡Cristo, escúchanos!
¡Cristo, atiende de nosotros!
¡Ten piedad de nosotros!
Padre celestial, Dios,
Hijo, Redentor del mundo, Dios,
Espíritu Santo, Dios,
¡Santísima Trinidad, un solo Dios,
ruega por nosotros!
Santa María,
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la gracia divina,
Madre purísima,
Madre inmaculada,
Madre sin mancha,
Madre intacta,
Madre amorosa,
Madre maravillosa,
Madre de buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudente,
Virgen honorable,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen misericordiosa,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso honorable,
Vaso de devoción ejemplar,
Rosa misteriosa,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa dorada,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los ángeles,
Reina de los patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los apóstoles,
Reina de los mártires,
Reina de los confesores,
Reina de las vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta al Cielo,
Reina del Santo Rosario,
Reina de las familias,
Reina de los croatas,
Reina de la paz,
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros, ¡Señor!
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, ¡Señor!
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros
¡Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios!
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo
Permítenos, tus siervos, te rogamos, Señor Dios, que siempre nos regocijemos en la salud del alma y del cuerpo, y que, por la gloriosa intercesión de la Bienaventurada María, siempre Virgen, nos libremos de la tristeza presente y disfrutemos de la alegría eterna. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.