Oraciones, Oraciones a los Santos

Oración a Santa Brígida

Oración a Santa Brígida

Las oraciones de Santa Brígida son conocidas y elogiadas desde hace siglos. Se dice que Jesús mismo entregó estas oraciones a Santa Brígida.

Oración Inicial

Señor Jesús, deseo dirigir esta oración tuya siete veces al Padre, uniéndome al amor con el que Tú la consagraste en tu corazón y la pronunciaste con tus labios. Transfiérela de mis labios a tu corazón. Perfecciónala y complétala de manera perfecta, para que pueda expresar a la Santísima Trinidad toda la honra y alegría que le prestaste al rezarla en la tierra. Que la honra y alegría impregnen tu santa naturaleza humana en la celebración de tus santas llagas y de tu sangre santa que de ellas emanó.

Primera Oración – Circuncisión de Jesús

Padre Eterno, por las manos purísimas de María y por el Corazón Divino de Jesús, te presento las primeras heridas, los primeros dolores y la primera sangre que Él derramó en reparación y satisfacción por mis pecados de juventud y los pecados de todos los hombres, como protección contra los primeros pecados mortales, especialmente los de mis parientes por sangre.

Padre Nuestro…, Ave María…

Segunda Oración – Agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos

Padre Eterno, por las manos purísimas de María y por el Corazón Divino de Jesús, te presento los terribles sufrimientos del Corazón de Jesús en el Huerto de los Olivos y te presento cada gota de su sudor sangriento como reparación y satisfacción por todos los pecados de mi corazón y los pecados de todos los hombres, como protección contra esos pecados y para la difusión del amor a Dios y al prójimo.

Padre Nuestro…, Ave María…

Tercera Oración – Flagelación de Jesús

Padre Eterno, por las manos purísimas de María y por el Corazón Divino de Jesús, te presento miles de golpes, terribles dolores y la preciosa sangre de Jesús, que derramó durante la flagelación, como reparación y satisfacción por mis pecados corporales y los pecados de todos los hombres, como protección contra esos pecados y para la preservación de la inocencia, especialmente de mis parientes por sangre.

Padre Nuestro…, Ave María…

Cuarta Oración – Coronación de Espinas

Padre Eterno, por las manos purísimas de María y por el Corazón Divino de Jesús, te presento las heridas, los dolores y la Preciosísima Sangre que brotó de la cabeza de Jesús cuando fue coronado de espinas, como reparación y satisfacción por todos los pecados de mi espíritu y los pecados de todos los hombres, como protección contra esos pecados y para la realización del Reino de Dios en la tierra.

Padre Nuestro…, Ave María…

Quinta Oración – Vía Crucis de Jesús

Padre Eterno, por las manos purísimas de María y por el Corazón Divino de Jesús, te presento a tu hijo crucificado y elevado en la cruz, sus heridas en las manos y los pies, y la Preciosísima Sangre que de ellos brotó, su extrema pobreza y perfecta obediencia, sus terribles dolores físicos y espirituales, su preciosa muerte y la renovación no sangrienta de su sacrificio en todas las santas misas celebradas en la tierra. Te lo presento todo como reparación y satisfacción por mis pecados y los pecados de todos los hombres, por los enfermos, moribundos, sacerdotes, laicos, por las intenciones del Santo Padre, por la renovación de las familias cristianas, por la unidad en la fe, por nuestra patria, por la unidad de todos los pueblos en Cristo y en la Santa Iglesia, y por aquellos que están fuera de ella.

Padre Nuestro…, Ave María…

Sexta Oración – Crucifixión de Jesús

Padre Eterno, por las manos purísimas de María y por el Corazón Divino de Jesús, te presento a tu hijo crucificado y elevado en la cruz, sus heridas en las manos y los pies, y la Preciosísima Sangre que de ellos brotó, su extrema pobreza y perfecta obediencia, sus terribles dolores físicos y espirituales, su preciosa muerte y la renovación no sangrienta de su sacrificio en todas las santas misas celebradas en la tierra. Te lo presento todo como reparación y satisfacción por mis pecados y los pecados de todos los hombres, por los enfermos, moribundos, sacerdotes, laicos, por las intenciones del Santo Padre, por la renovación de las familias cristianas, por la unidad en la fe, por nuestra patria, por la unidad de todos los pueblos en Cristo y en la Santa Iglesia, y por aquellos que están fuera de ella.

Padre Nuestro…, Ave María…

Séptima Oración – Herida del Sagrado Corazón de Jesús

Padre Eterno, dignate a recibir la sangre y el agua que brotaron del Sagrado Corazón de Jesús y las innumerables gracias que de allí derivan, para las necesidades de la Santa Iglesia, como reparación y satisfacción por los pecados de todos los hombres. Te pedimos, sé misericordioso y compasivo. Sangre de Cristo, último contenido del Sagrado Corazón de Jesús, purifícame y purifica a todos mis hermanos de todo pecado. Agua del Sagrado Corazón de Jesús, líbrame de todo castigo merecido por mis pecados y apaga el fuego del purgatorio por mí y por todas las almas en el purgatorio.

Amén. Padre Nuestro…, Ave María…, Gloria al Padre…

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