Padre mío, vengo por tus consejos antes de que comience el día.
Vengo a encontrar sabiduría para no cometer errores imprudentes, para saber cuándo hablar y cuándo callar, cuándo actuar y cuándo quedarme al margen.
Vengo a encontrar paz para que nada me perturbe ni me desvíe en el día.
Pido valentía para ser paciente, para no perder la fe, para lidiar con la decepción confiando en que tú me devolverás a un puerto tranquilo.
Vengo a encontrar amor para no volverme arrogante, insensible e inaccesible.
Tú me proteges, Padre, así que protégeme de todas las fuerzas oscuras en este día, cúbreme con la Preciosa Sangre de tu Hijo Jesús y rodéame con tus ángeles. Todo esto te lo pido en el Nombre de Jesús.
Amén.
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