Novenas, Oraciones

Novena a San Francisco de Asís

Novena a San Francisco de Asís

La novena a San Francisco de Asís comienza el 25 de septiembre y termina el 3 de octubre, la víspera de la fiesta del santo.

Oración de la novena

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Nuestras obras, te rogamos, Señor, sean precedidas por tu gracia y acompañadas por tu ayuda, para que toda nuestra oración y acción siempre comience contigo y, habiendo comenzado contigo, sea completada contigo.

  1. Te saludo y venero, padre Francisco, quien, por amor a Dios, renunciaste al mundo y a sus honores y riquezas, para seguir en humildad y pobreza a tu Salvador. Te pido que también me consigas la gracia de desapegar mi corazón del santo, para no anhelar vanos honores y riquezas terrenales, sino seguirte en humildad y así llegar al cielo.

Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre.

  1. Te saludo y venero, padre Francisco, quien estabas tan enamorado de la pobreza que la llamaste tu único tesoro y tu amada prometida en la tierra. Te pido que también me consigas la gracia de erradicar de mi corazón todo deseo desordenado por los bienes temporales, para que, contigo, pueda decir: Dios mío, todo mi tesoro.

Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre.

  1. Te saludo y venero, padre Francisco, quien, por tu gran amor al crucificado Salvador, fuiste digno de recibir y llevar en tu cuerpo las cinco llagas de Jesús del santo. Te pido humildemente que también me consigas la gracia de venerar desde lo más profundo de mi alma la pasión de Jesús del santo, sufrir con gusto con Jesús y morir benditamente bajo la protección de la cruz del santo.

Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre.

  1. Te saludo y venero, padre Francisco, quien, anhelando a Dios con todo tu corazón, falleciste benditamente. Te pido que vengas a mí con Jesús y María cuando mi alma se esté separando del cuerpo: sé mi padre misericordioso y protector entonces, y ayúdame a recibir dignamente los últimos sacramentos del santo y morir en la gracia de Dios.

Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre.

  1. Te saludo y venero, padre Francisco, quien, por la gracia de Dios y tus méritos, fuiste elevado a un alto trono de gloria en el cielo. Dirige tu mirada misericordiosa hacia mí, tu indigno devoto, y consígueme la gracia de que mi corazón sea como el tuyo: misericordioso hacia el prójimo, inclinado al perdón de ofensas, comprometido con la expansión de la gloria de Dios y la salvación de las almas, para así merecer ser contigo partícipe de la bienaventuranza eterna. Amén.

Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre.

Al final se canta o reza:

Si quieres ser penitente, sigue a Francisco,

es el agrado de Dios, así que ruega y venera.

Estribillo: Él te conseguirá el perdón de los pecados;

Y en tu corazón plantará flores del paraíso celestial.

Vivirás siguiendo los pasos de él en el mundo;

y al morir como él, serás bendito por siempre.

Estribillo: Él te conseguirá el perdón de los pecados;

Y en tu corazón plantará flores del paraíso celestial.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Estribillo: Él te conseguirá el perdón de los pecados.

Y en tu corazón plantará flores del paraíso celestial.

Letanías a Francisco del Santo de Asís

Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Padre celestial, Dios, ten piedad de nosotros.

Hijo, Redentor del mundo, Dios, ten piedad de nosotros.

Espíritu Santo, Dios, ten piedad de nosotros.

Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.

Santa María, ruega por nosotros.

Santa Virgen de las vírgenes, ruega por nosotros.

San Francisco, ruega por nosotros.

San Francisco, ferviente seguidor de Jesucristo, ruega por nosotros.

San Francisco, fundador de tres órdenes del mundo, ruega por nosotros.

San Francisco, firme pilar de la Iglesia Católica, ruega por nosotros.

San Francisco, maestro de obediencia, ruega por nosotros.

San Francisco, espejo de humildad, ruega por nosotros.

San Francisco, lirio de pureza, ruega por nosotros.

San Francisco, modelo de mansedumbre, ruega por nosotros.

San Francisco, ardiente amante de Dios, ruega por nosotros.

San Francisco, ejemplo en el amor al prójimo, ruega por nosotros.

San Francisco, eminente modelo de virtud evangélica, ruega por nosotros.

San Francisco, hombre según el corazón de Dios, ruega por nosotros.

San Francisco, vencedor de espíritus malignos, ruega por nosotros.

San Francisco, fiel imagen del Salvador crucificado, ruega por nosotros.

San Francisco, adornado con las cinco llagas del amigo de Dios, ruega por nosotros.

San Francisco, constante maravilla del Altísimo, ruega por nosotros.

San Francisco, serafín ardiente de amor a Dios, ruega por nosotros.

San Francisco, gran patriarca de los pobres, ruega por nosotros.

San Francisco, profeta iluminado, ruega por nosotros.

San Francisco, fervoroso apóstol, ruega por nosotros.

San Francisco, mártir del amor divino, ruega por nosotros.

San Francisco, admirable confesor, ruega por nosotros.

San Francisco, estricto guardián de la pureza virginal, ruega por nosotros.

San Francisco, glorioso ciudadano de todos, ruega por nosotros.

San Francisco, poderoso intercesor ante Dios, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,

perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,

escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,

ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Padre nuestro …

  1. Ruega por nosotros, padre Francisco del mundo.
  2. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oremos.
Dios, que has enriquecido a tu Iglesia con las virtudes del padre Francisco del mundo y con su descendencia espiritual, concédenos, por su ejemplo, despreciar todo lo terrenal y gozar eternamente de los bienes celestiales. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Reza también esta novena: Novena a San Peregrino por los enfermos

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