Novenas, Oraciones

Novena al Niño Jesús

Novena al Niño Jesús

En la tradición de devoción católica se han desarrollado oraciones y novenas al Niño Jesús que se pueden rezar durante todo el año. Presentamos la novena de adoración al Niño Jesús que surgió en santoištu en Praga y se ha extendido por todo el santo. Esta novena se puede rezar durante todo el año, cada vez que deseamos pedir alguna Gracia del Niño Jesús. Esta novena se reza una vez por hora, 9 horas seguidas durante 9 días, o una vez al día, cada día durante nueve días seguidos.

Primer día

En el nombre del Padre…

Dios, ven en mi ayuda… Señor, date prisa en ayudarme.

Gloria al Padre

  1. Divino Hijo Unigénito del Padre Eterno, te adoramos profundamente y te reconocemos como nuestro Señor y Dios. A ti se te ha confiado nuestra redención en el plan eterno de inmensa misericordia. Humildemente, te pedimos: – Concédenos una voluntad firme para responder al regalo de tu redención. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  2. Bendito brote de la Virgen María, que fuiste prometido a nuestros primeros padres después del pecado, te adoramos profundamente y te reconocemos como Dios hecho hombre. Nos has devuelto los dones perdidos. Confiamos en ti: – Concédenos la Gracia de ser fieles a Dios, como Dios es fiel a nosotros. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  3. Salvador del mundo, anunciado por tantos profetas, anhelado por tantas generaciones, te damos gracias por habernos conservado hasta la plenitud de los tiempos, hasta el tiempo de tu Gracioso advenimiento. Te pedimos, haznos partícipes de esa Gracia que nos has merecido. Padre nuestro…, Ave María…, Gloria al Padre…

¡Llovizna, cielos, desde lo alto y nubes, lluevan justicia!
¡Ábrete, tierra, y florezca la salvación para que madure la redención!

¡Oremos!

Dios, cada año nos alegras con la llegada del cumpleaños de nuestro Salvador, tu Unigénito. Ahora lo recibimos con alegría como redentor, y cuando venga a juzgar, permítenos verlo sin temor, nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Si tienes tiempo, reza durante el día también la coronilla del Niño Jesús

Segundo día

La Palabra Eterna tomó carne en el seno de la Virgen María Bendita

En el nombre del Padre…

Dios, ven en mi ayuda… Señor, date prisa en ayudarme.

Gloria al Padre…

  1. ¡Palabra Eterna del Padre Celestial! Viniste a este mundo cubierto por las sombras de la idolatría para iluminarlo tomando carne humana; ten piedad de nuestra miseria y líbranos de la esclavitud del pecado. Padre nuestro…Ave María… Gloria al Padre…
  2. Sabiduría increada, que al querer asumir nuestra naturaleza, elegiste por madre al ser más puro y más santo, la Virgen María, ayúdanos a evitar la compañía de aquellas personas que han sido, o podrían ser, una ocasión de pecado para nosotros. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  3. Jesús, Dios y hombre, que después de la concepción por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María, te ofreciste voluntariamente al sufrimiento y la muerte por nuestra redención, concédenos la Gracia de ofrecer también nuestras vidas al Padre celestial. De Él las hemos recibido, permítenos vivirlas para su gloria. Padre nuestro…, Ave María…, Gloria al Padre…

¡Llovizna, cielos, desde lo alto y nubes, lluevan justicia!
¡Ábrete, tierra, y florezca la salvación para que madure la redención!

¡Oremos!

Dios, cada año nos alegras con la llegada del cumpleaños de nuestro Salvador, tu Unigénito. Ahora lo recibimos con alegría como redentor, y cuando venga a juzgar, permítenos verlo sin temor, nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Tercer día

Jesús permanece nueve meses en el seno virginal de la bienaventurada María

En el nombre del Padre…

Dios, ven en mi ayuda… Señor, date prisa en ayudarme.

Gloria al Padre….

  1. ¡Divino Mediador! Durante los nueve meses que pasaste en el inmaculado seno de María, no dejaste de ofrecer la oración. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  2. ¡Formador de almas! Aún antes de nacer, llevado por la Virgen María en visita a Isabel, santificaste el alma de tu precursor, te rogamos, por tu misma Madre, santifica también nuestras almas. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  3. ¡Divino Redentor! En la casa de Isabel, inspiraste a tu madre el cántico «Magníficat», infundiendo sentimientos de gratitud y humildad, te pedimos que nos concedas el mismo espíritu. Padre nuestro… Ave María…Gloria al Padre…

¡Llovizna, cielos, desde lo alto y nubes, lluevan justicia!
¡Ábrete, tierra, y florezca la salvación para que madure la redención!

¡Oremos!

Dios, cada año nos alegras con la llegada del cumpleaños de nuestro Salvador, tu Unigénito. Ahora lo recibimos con alegría como redentor, y cuando venga a juzgar, permítenos verlo sin temor, nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Cuarto día

El nacimiento de Jesús en el establo de Belén

En el nombre del Padre…

Dios, ven en mi ayuda… Señor, date prisa en ayudarme.

Gloria al Padre…

  1. ¡Paciente Jesús! Como un niño, rechazado por los ingratos habitantes de Belén que no te recibieron en sus hogares, quisiste nacer en un establo, donde las pajas de un pesebre te sirvieron de cuna, y el calor de dos animales te abrigaba. Concédenos la Gracia de soportar pacientemente las dificultades y adversidades que nos encuentren en la vida. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  2. ¡Amabilísimo Jesús! Uniéndote con tu divina persona a un tierno cuerpo infantil y a un alma humana perfecta, quisiste mostrar al corazón humano la indescriptible dulzura de tu infancia. Te rogamos, enciende en nuestros corazones la ardiente llama de tu Corazón purísimo. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…

Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…

  1. Jesús, digno de toda adoración, a Ti, que al venir al mundo como un niño y al mismo tiempo como rey del cielo y la tierra, te adoraron todos los ángeles celestiales: haz que nunca pronunciemos insultos contra Ti con nuestras lenguas, sino que siempre alabemos y glorifiquemos Tu santo nombre. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…

¡Rociad, cielos, desde lo alto, y las nubes lluevan justicia!

¡Ábrete, tierra, y florece con la salvación para que madure la redención!

¡Oremos!

Dios, Tú nos alegras cada año con la llegada del cumpleaños de nuestro Salvador, Tu Unigénito. Ahora lo recibimos con alegría como redentor, y cuando venga a juzgar, permítenos verlo sin miedo, a nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo en unidad con el Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Quinto día

Buenos días, Niño Jesús.

En el nombre del Padre…

Dios, ven en mi ayuda… Señor, date prisa en ayudarme.

Gloria al Padre…

  1. Bondadoso Jesús, que como príncipe de paz prometido a los hombres de buena voluntad, en forma de niño trajiste paz al mundo: concede a nuestras almas y a tu Iglesia la paz que solo Tú puedes dar. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  2. Poderoso Jesús, Tú eres el Dios de los ejércitos, y como niño viniste al mundo para vencer a los enemigos: la lujuria, el mundo adversario y el diablo. Concédenos también a nosotros, luchando, vencer en la tierra para poder regocijarnos contigo en el cielo. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  3. Amable Jesús, viniste al mundo en forma de un niño débil para encender el fuego del amor divino en la tierra. Enciende ese fuego en nuestros corazones, destruye en ellos todo pecado e inflama el amor celestial. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…

¡Rociad, cielos, desde lo alto, y las nubes lluevan justicia!

¡Ábrete, tierra, y florece con la salvación para que madure la redención!

¡Oremos!

Dios, Tú nos alegras cada año con la llegada del cumpleaños de nuestro Salvador, Tu Unigénito. Ahora lo recibimos con alegría como redentor, y cuando venga a juzgar, permítenos verlo sin miedo, a nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo en unidad con el Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Sexto día

Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida

En el nombre del Padre…

Dios, ven en mi ayuda… Señor, date prisa en ayudarme.

Gloria al Padre…

  1. Divino Salvador Jesús, Tú eres el único camino a la bienaventuranza; no permitas que nunca nos desviemos del camino de Tus santos mandamientos. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  2. Divino Salvador Jesús, Tú eres la única verdad que ilumina nuestras mentes en las oscuridades de este mundo; recibe como señal de nuestra fidelidad y devoción nuestra razón y multiplica en nuestras almas el precioso don de la fe. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  3. Divino Salvador Jesús, Tú eres la verdadera vida fuera de la cual no hay nada excepto la muerte; concédeme la Gracia de nunca separarme de Ti, ni en esta vida ni en la venidera. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…

¡Rociad, cielos, desde lo alto, y las nubes lluevan justicia!

¡Ábrete, tierra, y florece con la salvación para que madure la redención!

¡Oremos!

Dios, Tú nos alegras cada año con la llegada del cumpleaños de nuestro Salvador, Tu Unigénito. Ahora lo recibimos con alegría como redentor, y cuando venga a juzgar, permítenos verlo sin miedo, a nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo en unidad con el Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Séptimo día

Niño Jesús, ejemplo de pobreza, renuncia y humildad

En el nombre del Padre…

Dios, ven en mi ayuda… Señor, date prisa en ayudarme.

Gloria al Padre…

  1. Preclaro Jesús, ejemplo del más grande y voluntario empobrecimiento: arranca de nuestros corazones toda inclinación desordenada hacia la riqueza terrenal y haz que nuestro excesivo amor por los bienes temporales no nos impida alcanzar los bienes eternos. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  2. Preclaro Jesús, que ya como niño en pañales nos enseñaste a no preocuparnos por los juicios erróneos del mundo, ilumínanos para que reconozcamos su vanidad y transitoriedad y haz que ninguna consideración humana nos haga tambalear en nuestro actuar según Tu santa enseñanza. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  3. Preclaro Jesús, que ya en tu niñez nos diste tan gran ejemplo de discreción, concédenos la Gracia de dominar y superar nuestras pasiones desordenadas y de nunca hacer algo que pueda entristecer Tu sagrado Corazón. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…

¡Rociad, cielos, desde lo alto, y las nubes lluevan justicia!

¡Ábrete, tierra, y florece con la salvación para que madure la redención!

¡Oremos!

Dios, Tú nos alegras cada año con la llegada del cumpleaños de nuestro Salvador, Tu Unigénito. Ahora lo recibimos con alegría como redentor, y cuando venga a juzgar, permítenos verlo sin miedo, a nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo en unidad con el Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Octavo día

Niño Jesús, ejemplo de obediencia, humildad y pureza

En el nombre del Padre…

Dios, ven en mi ayuda… Señor, date prisa en ayudarme.

Gloria al Padre…

  1. Obediente Jesús, que fuiste ejemplo y maestro de perfecta obediencia, al reconocer los mandatos de tu padre adoptivo José y de tu Madre María como la voluntad de tu Padre celestial, haz que también nosotros en las órdenes de nuestros superiores reconozcamos y respetemos la voluntad de Dios. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  2. Humilde Jesús, que te pusiste a ti mismo como ejemplo de profunda humildad, no permitas que manchemos nuestras obras con la vanidad y el orgullo.Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  3. Purísimo Jesús, que en todo tu ser fuiste el espejo de la perfecta pureza, limpia nuestra mente e infunde en nuestro corazón el odio hacia todo lo que pueda dañar la pura castidad. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…

¡Rociad, cielos, desde lo alto, y las nubes lluevan justicia!

¡Ábrete, tierra, y florece con la salvación para que madure la redención!

¡Oremos!

Dios, Tú nos alegras cada año con la llegada del cumpleaños de nuestro Salvador, Tu Unigénito. Ahora lo recibimos con alegría como redentor, y cuando venga a juzgar, permítenos verlo sin miedo, a nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo en unidad con el Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Noveno día

Niño Jesús, ejemplo de soledad, mansedumbre y amor

En el nombre del Padre…

Dios, ven en mi ayuda… Señor, date prisa en ayudarme.

Gloria al Padre…

  1. Preclaro Jesús, que nos diste un tan maravilloso ejemplo de soledad, ayúdanos a aspirar a ser grandes ante Tu presencia, y no a mostrarnos grandes ante el mundo. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  2. Preclaro Jesús, verdadero Cordero de Dios, que con tu mansedumbre gobernaste el mundo, te rogamos, con tu gracia apacigua la inclinación a nuestra ira y haz que nuestros corazones sean mansos como Tu Corazón. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…
  3. Preclaro Jesús, que ya como niño acostado en la paja del establo nos enseñaste sobre el amor al prójimo, te pedimos suaviza nuestros corazones e infunde en ellos ese amor que no solo ama con palabras sino con obras y sacrificios que sirven al bien espiritual y físico del prójimo. Padre nuestro… Ave María… Gloria al Padre…

¡Rociad, cielos, desde lo alto, y las nubes lluevan justicia!

¡Ábrete, tierra, y florece con la salvación para que madure la redención!

¡Oremos!

Dios, Tú nos alegras cada año con la llegada del cumpleaños de nuestro Salvador, Tu Unigénito. Ahora lo recibimos con alegría como redentor, y cuando venga a juzgar, permítenos verlo sin miedo, a nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo en unidad con el Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Oración Poderosa

Oh Pequeño Jesús, nuestro amado Rey, por las manos llenas de amor de tu Madre, consagro a ti (nombre) mi hijo/a (nieto/a, sobrino/a, …). Ponlo/la bajo tu protección, guárdalo/la de enfermedades y de todas las influencias dañinas. Mantenlo puro y permite que él/ella crezca, como tú, en Gracia y virtud ante Dios y los hombres. Pequeño Jesús, bendice a (nombre). Amén.

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