Devoción a la Sangre de Cristo (se reza durante 9 días junto con otras oraciones en honor a la Sangre de Cristo). «Estos son los que vienen de una gran tribulación y han lavado sus vestiduras, haciéndolas blancas en la sangre del Cordero» (Apocalipsis 7,14).
Buen Jesús, confiamos en tu amor y misericordia que has mostrado en tu Preciosa Sangre. Siempre tuviste tiempo y paciencia para los pobres y enfermos, los despreciados y pecadores. Secaste las lágrimas de la viuda de Naím, escuchaste al centurión pagano y recompensaste la fe de Martín. Concédenos también la experiencia gozosa de tu ayuda especial. Pero si nuestros deseos no se ajustan a tu divino plan, fortalécenos con la fuerza de la fe. Junto contigo, queremos repetir: «Padre, no se haga mi voluntad, sino la tuya». Concédenos una confianza firme en que tus caminos son siempre mejores, aunque a menudo no los comprendamos. Te agradecemos desde ahora por escucharnos, porque Tú eres Amor y todo lo que nos das o permites nos lleva a nuestro destino eterno y sirve a nuestra santificación. Amén.
Luego, recen las Letanías de la Sangre de Cristo…
Oremos: Padre, que redimiste al mundo con la Sangre de tu Unigénito, sostén en nosotros la obra de tu misericordia, para que, unidos a Jesús, mediador de la Nueva Alianza, alcancemos los frutos de nuestra redención. Por Cristo Señor nuestro. Amén.
Oración a la Preciosa Sangre de Jesús para Protección.
Señor Jesús, te reconozco como mi Señor y Maestro. Creo que cada gota de tu Santa Sangre fue derramada para redimirme, liberarme del mal, del pecado y de todo lazo pecaminoso. Señor Jesús, con profunda fe en Ti, te ruego: que tu Santa Sangre venga sobre esta residencia, sobre cada centímetro de esta casa, sobre cada vehículo que nos has dado, Señor Jesús, rocíame a mí y a mi familia con tu Santa Sangre de la cabeza a los pies. Creo que mi vida y mi familia están bajo tu maravillosa protección. Señor Jesús, líbranos hoy de todo mal, de todo pecado, de los ataques y acechos del maligno, así como del temor, la timidez, la oscuridad, las enfermedades, la desesperación y la ira. Líbranos de toda desgracia y de todo lo que no proviene de tu Reino. Señor Jesús, llénanos con los dones de tu Santo Espíritu y concédenos los dones de sabiduría, conocimiento, fe, entendimiento y discernimiento, para que hoy podamos vivir para tu gloria y hacer lo que es correcto. ¡Te alabo, Jesús! ¡Te doy gracias, Jesús! ¡Te engrandezco, Jesús! ¡Te adoro, Jesús! Amén.
La Coronilla de la Preciosa Sangre de Cristo se reza en un rosario especial que tiene 33 cuentas. Este número representa la edad de Jesús.
Anunciación del misterio. Lectura de un pasaje de la Sagrada Escritura.
Puede meditar brevemente sobre cada misterio y luego rezar 5 veces el Padre Nuestro y 1 vez Gloria al Padre.
Solo después del séptimo misterio rezamos 3 veces el Padre nuestro y 1 vez Gloria al Padre.
Después de cada misterio (después de Gloria al Padre) rezamos la invocación:
-Te rogamos, ayuda a tus siervos, a quienes redimiste con tu Sangre Preciosa.
- Misterio: EL SEÑOR DERRAMA SU SANGRE EN LA CIRCUNCISIÓN
«Cuando se cumplieron ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús.» (Lc 2, 21)
Oración: Ayúdame, Jesús te lo pido, a conservar tu imagen en mí, la imagen del hijo de Dios que recibí en el bautismo. Ayúdame a circuncidar diariamente mi corazón, mis pensamientos. Que tu Sangre Preciosa, Jesús, que fluyó en la circuncisión, me fortalezca y con esa fuerza en mí avance valientemente, viva honestamente a pesar de mis adversidades y no tema yo también dar una gota de mi sangre para el progreso del Reino de Dios en la tierra. Amén.
(5 veces Padre nuestro… Gloria al Padre…)
Te rogamos, ayuda a tus siervos, a quienes redimiste con tu Sangre Preciosa.
- Misterio: EL SEÑOR DERRAMA SU SANGRE EN LA AGONÍA MORTAL EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ
«Y estando en agonía, oraba más intensamente. Y su sudor se convirtió en grandes gotas de sangre que caían al suelo.» (Lc 22, 44)
Oración: Señor Jesús, te rogamos que por tu agonía en el huerto de Getsemaní nos concedas también a nosotros luz y fuerza para no desesperarnos cuando nos enfrentemos a diversas dificultades, sino que nos volvamos al Padre y oremos con confianza para que nos anime, fortalezca y ayude a cumplir la voluntad de Dios, creyendo que eso es lo mejor para nosotros. Amén.
(5 veces Padre nuestro… Gloria al Padre…)
Te rogamos, ayuda a tus siervos, a quienes redimiste con tu Sangre Preciosa.
- Misterio: EL SEÑOR DERRAMA SU SANGRE EN LA FLAGELACIÓN
«Entonces les soltó a Barrabás, y a Jesús lo azotó y entregó para ser crucificado.» (Mt 27, 26)
Oración: Gracias, Jesús, por tu Sangre derramada que vertiste por nosotros en la flagelación. Gracias por ese gran amor hacia nosotros y gracias porque podemos ofrecer aún hoy esa tu sangre, derramada por nuestros pecados, al Padre celestial como satisfacción por nuestros pecados y los del mundo entero.
(5 veces Padre nuestro… Gloria al Padre…)
Te rogamos, ayuda a tus siervos, a quienes redimiste con tu Sangre Preciosa.
- Misterio: EL SEÑOR DERRAMA SU SANGRE EN LA CORONACIÓN DE ESPINAS
«Luego trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza, y una caña en su mano derecha. Y, arrodillándose delante de él, se burlaban de él: ‘¡Salve, rey de los Judíos!'» (Mt 27, 29).
Oración: Padre Eterno, danos la gracia de la humildad. De la soberbia nacen las guerras y diversos conflictos. Por la soberbia y el egoísmo, estamos tensos y sensibles a cualquier defecto y a la opinión de otros si no coincide con la nuestra. No somos libres cuando no somos humildes. Padre, danos humildad. Haz que usemos todas las humillaciones como escalones para entrar en una comunión más profunda contigo.
(5 veces Padre nuestro… Gloria al Padre…)
Te rogamos, ayuda a tus siervos, a quienes redimiste con tu Sangre Preciosa.
- Misterio: EL SEÑOR DERRAMA SU SANGRE EN EL CAMINO DEL CALVARIO
«Y llevando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, que en hebreo se llama Gólgota.» (Jn 19, 17)
Oración: Señor, enséñanos a amar, a soportar con paciencia la cruz de cada día por amor a Ti, que sufriste la pasión y la muerte para darnos la vida. Enséñanos a reconocer también en la cruz la voluntad del Padre y a responder prontamente cuando llegue nuestro turno de dar una gota de nuestra sangre. Amén.
(5 veces Padre nuestro… Gloria al Padre…)
Te rogamos, ayuda a tus siervos, a quienes redimiste con tu Sangre Preciosa.
- Misterio: EL SEÑOR DERRAMA SU SANGRE EN LA CRUCIFIXIÓN
«Y cuando llegaron al lugar llamado La Calavera, allí lo crucificaron a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: ‘Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.'» (Lc 23, 33-34)
Oración: Gracias, Jesús, por tu amarga pasión que sufriste por nosotros. Gracias por habernos dado a tu Madre que intercede por nosotros ante el trono de Dios. Gracias por haber llevado la cruz y porque ahora podemos reconocerte en nuestras cruces y en las de nuestros seres queridos. Te pedimos, Jesús, por todos aquellos a quienes la cruz les pesa demasiado, que están en graves enfermedades o han perdido la esperanza, que tu Sangre Preciosa sea su fuerza y luz para entregarse como tú a la voluntad del Padre. Amén.
(5 veces Padre nuestro… Gloria al Padre…)
Te rogamos, ayuda a tus siervos, a quienes redimiste con tu Sangre Preciosa.
- Misterio: EL SEÑOR DERRAMA SU SANGRE EN LA HERIDA DEL COSTADO
«Cuando llegaron a Jesús y vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.» (Jn 19, 33-34)
Oración: Señor Jesucristo, te pedimos por los méritos de tu Sangre Preciosa derramada por la unidad de todos los cristianos, por aquellos que aún no te conocen y por aquellos que están separados de ti por el pecado. Protege a tu Iglesia de todo error y descuido, concede a nuestra nación y a todas las naciones del mundo las gracias necesarias para vivir con la dignidad de hijos de Dios. Amén.
(3 veces Padre nuestro… Gloria al Padre…)
Te rogamos, ayuda a tus siervos, a quienes redimiste con tu Sangre Preciosa.
ORACIÓN FINAL
Señor Jesucristo, gracias por mostrarnos a través de la meditación de tu Sangre Preciosa el camino del amor incondicional. Gracias, Jesús, por haber dado tu vida por nuestra redención. Ayúdanos a recordar siempre en todas las situaciones de nuestra vida el precio de nuestra salvación y a responder con todo el corazón a tu amor. Amén.
¡Alabado y glorificado sea siempre Jesús!
Quien nos redimió con su Sangre.
Reza también esta novena: Novena en honor al Sagrado Corazón de Jesús